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Favorables los aires nuevos del béisbol cubano

Favorables los aires nuevos del béisbol cubano Cada Serie Nacional nos trae debutantes que sobresalen, desde Reinaldo Isasi que estafó 21 bases o Braudilio Vinent que propinó cuatro lechadas, ambos en la sexta edición, hasta los ocho juegos salvados de Juan Carlos Linares y Arley Sánchez en la serie 42.

El desarrollo de nuestros campeonatos nacionales ha permitido que una mayor cantidad de novatos confirmen sobrada calidad en cada una de las versiones.

La XLIV Serie Nacional de Béisbol ha demostrado con hechos el desarrollo cualitativo de los jugadores noveles. Todos los equipos tienen en sus filas varios debutantes, que han descollado con grandes cualidades, tanto a la defensiva, como con el madero.

Por ejemplo, los “Guerreros” de Juan Padilla, como todas las temporadas, presentan una buena cantidad de talentosos jugadores debutantes en el clásico del deporte en nuestro país. Este año han mostrado credenciales el receptor Frank Camilo Morejón y los jardineros Oscar Mesa y Stanley Hernández, quienes, con excelentes condiciones físicas y mucho deseo de jugar, demuestran que tienen madera para sobresalir en nuestra pelota.

O el lanzador yumurino Yuset Pagés, portador de una gran garra en la lomita y buena velocidad.

Cada provincia tiene en su staff a jugadores noveles, casi todos con menos de 20 años, con gran calidad y con condiciones para enfrentarse a los rigores del campeonato cubano de béisbol.

Muchos pueden ser citados.

Sobresalen, en esta mitad de campaña, en el que sólo podemos juzgar su proyección en el terreno y no su rendimiento, el inicialista y jardinero izquierdo pinareño Jorge A. Padrón, un zurdo que ha demostrado tener muy buen sentido de colocación para el fildeo de las conexiones, un gran pensamiento táctico sobre la grama, así como una gran integralidad al bate. Condiciones éstas que han aportado mucho para la causa de los pativerdes.

Otro que sobresale por su excepcional somatotipo y sus excelentes manos en la tercera base es el villaclareño Dayán Viciedo. Con sólo 15 años ya es regular en el conjunto que dirige Víctor Mesa y muestra una confianza envidiable a la hora de fildear en la antesala, además de una mecánica de bateo muy sólida, lo que hace de él un prospecto con muchas posibilidades de triunfar en nuestra pelota.

No puedo olvidar al granmense Alfredo Despaigne, a quien su mentor Carlos Martí le ha abierto un espacio en la alineación y ha sabido aprovecharla, tanto en la custodia de los jardines como primer hombre en el line up.

Entre los lanzadores merecen líneas en este análisis el habanero Yadier Pedroso y Elier Sánchez, mas no son los únicos. En la medida que avance el campeonato —dicho sea de paso se acerca a su tercer y último tercio en su fase clasificatoria— tendremos más elementos que aportar y comentar en este sustancial tema.

En años precedentes se ha tornado engorroso para la prensa y para los especialistas seleccionar al novato del año. Siempre se corre el riesgo de no dejar conformes a los aficionados. Puede que parezca que sólo el ganador es el más destacado, cuando en realidad todos lo hacen bien y pienso que este año no será menos. Pero lo cierto es que tener tantos buenos jóvenes en nuestra pelota, sean o no los destacados del año, asegura futuro sólido para nuestro béisbol. En estos años el gran buque del deporte nacional, la pelota, navega a toda vela. Los vientos son favorables todo el tiempo y estas nuevas rachas lo harán avanzar mucho más.

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